Él no es educado ni responsable

(Al estilo Félix ROdriguez de la Fuente)

El joven se acerca a la barra sigilosamente, sin llamar la atención de sus congéneres, saca de su cartera un billete de 50€ habiendo pedido varias bebidas para el resto de su manada, sin que la propia manada lo sepa. Le dirige la sonrisa de despedida a la camarera (posible futura presa) y le paga.

Cuando retorna a la manada reparte la presa obtenida y todos se lanzan a los vasos como los cuervos a los restos de carroña que deajan las leonas tras haber deborado a un búfalo.

En ese momento de regocijo, mientras todos disfrutan de sus elixires, en la mente de uno surge el pensamiento evolutivo, pensamiento funcionalista y un tanto extraño: "este tio se la intentao marcar de ricachón y ha invitado sin preguntar ni ná, ¿no sabe que alguno de los presentes tenemos problemas de bebida? Este tio no es ni educao ni responsable".