Ayer fue mi primer día siendo vegetariano y se pasa mal. Se pasa mal, no por la comida, sino por la gente a tu alrededor que se vuelve gilipollas.
Mi madre se lo dijo hasta el camarero, a saber lo que le importaba a ese hombre, así con la sonrisa de "mi hijo es tonto del culo".
Para que no me atosigue a preguntas he terminado por decirle que le estoy haciendo promesa al Gran Poder y así me deja a mi aire.
Poco a poco os entiendo.
martes, 6 de abril de 2010
Mucha tela
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